La Creación

Y primero la Vida despertó, y dijo: "He aquí el lugar donde he de crear". Y al volver el rostro observó a su hermano, la Muerte. Y él le respondió: "Pero todo lo creado ha de tener un final"

Razas de Erthara

LOS DRAGONES, LOS HIJOS DE RION. 

Imagen: 88grzes

En su origen, pertenecen a la raza de los grandes dragones creados por Rion, pero Eda, en su infinita sabiduría, les dotó de una segunda apariencia bípeda, aunque sus rasgos se diferencian de otras razas.
Se caracterizan principalmente por tener unos ojos en tonos amarillos, verdes o rojos, pupila alargada, el glóbulo ocular es blanco como el ojo humano. Por otra parte, conservan un tercer párpado, al igual que los reptiles. Su piel es ligeramente dorada, y no poseen pelo, ni cejas, ni más vello que unas suaves pestañas.
Es la raza más longeva. Envejecen muy lentamente, de forma apenas perceptible. Sin embargo, cuando sienten que la muerte se aproxima, toman definitivamente su forma de Dragón y se alejan hacia las montañas, donde se recuestan y duermen para siempre, convirtiéndose en roca.
Se dice que tras el Juicio, aquellos que realmente lo merecen se funden con los grandes vientos de Rion, para sobrevolar y proteger los cielos de Erthara, tal como este deseó en un principio.
Sin embargo, tal como es el destino de todas las razas, la vida de esta raza se completa en Ishana, la Estrella de los Dioses, en la ciudad de Lyrion.
Hay dos grandes grupos:
  • Los Dragones Fieles a Eda. 

  • Los Dragones Exaltados, o Dragones libres, seguidores de Alanta. 

Fueron la primera civilización de Erthara y, durante eras, la única. Hoy en día son apenas una leyenda que se ha perdido en el tiempo. Sin embargo, los sobrevivientes de las Grandes Guerras de Antaño, sobreviven ocultos esperando su momento. 


LOS ELFOS, LOS HIJOS DE IREIA.

Imagen: Arianart


        Después de los Hijos de Rion, los elfos son la raza más longeva. Esbeltos, de gran belleza y lampiños, excepto el cabello de la cabeza.
    Con la edad, van notando el cansancio en el alma. Sus cabellos se vuelven completamente blancos, y sus ojos pierden poco a poco el iris que les da luz y color, quedando sólo una blancura que cubría todo el globo ocular. Además, su piel no se arruga, pero sí pierde color. Debido al cansancio del alma, suelen caminar de forma lenta y solemne, también hablan de forma muy pausada y calma y tienen una mirada muy profunda debido a que sus ojos, independientemente del color que tuvieran en la juventud, son casi totalmente blancos.
        Aquellos que no mueren por accidentes o heridas mortales, cuando llega el momento en el que deben abandonar el mundo, se alejan hacia lo más profundo del bosque donde duermen para siempre o bien lo hacen en sus hogares. Tras el Juicio, tal y como dicta el destino de todas las razas de Erthara, el alma del elfo viaja a Ishana, la Estrella de los Dioses.
Hay dos grandes grupos de elfos:
  • Los Tesâleni. Son aquellos que permanecieron en Heimni a pesar de la guerra de los Dragones.
  • Los Rûmeni. Aquellos que partieron de Heimni huyendo de la guerra.

Formaron grandes reinos durante la Primera Era, pero hoy en día, apenas quedan vestigios de ellos en comunidades desperdigadas en distintos países y rincones.


LOS HUMANOS, LOS HIJOS DE ALES. 

Imagen: BellaBergolts

Sus cuerpos envejecen más rápido que las otras razas de Erthara, por lo que su vida también es más corta. 
Destacan sobre todo por su diversidad, por su fortaleza física y su fácil adaptación a todos los climas y zonas de Erthara, de forma que son la raza más extendida de esta. Fueron los primeros en surgir de las aguas. Pues fue Ales quien los creó a su imagen, aventureros, intrépidos, de carácter indómito. Pero Ales no era Eda, y la naturaleza de los hombres era mortal. Por ello, su vida era corta, y envejecían hasta morir.

LOS ENANOS. LOS HIJOS DE INEO

Imagen: kikicianjur

De baja estatura, poco más de un metro, pero robustos y fuertes, de largas barbas y cuerpo velludo, incluso en las féminas. De rostros rojizos y ojos pequeños. Rubios, morenos, pelirrojos, llevan largas barbas y largos cabellos trenzados. Al igual que los Hombres, envejecen con el paso del tiempo hasta la muerte, aunque suelen vivir más años que los Hombres. Tras el Juicio, tal y como dicta el destino de todas las razas de Erthara, el alma viaja a Ishana, la Estrella de los Dioses.
Su carácter y su físico son fuertes, duros como rocas. No les gustan los cambios ni los extranjeros, sea cual sea su raza. Son recelosos incluso entre las diferentes tribus de Enanos.
Cuando entran en confianza se puede descubrir su naturaleza más noble, si es que la tienen. Tienen un elevado sentido de la lealtad, tanto en lo bueno como en lo malo. Tampoco olvidan nunca una afrenta. Pasan rápidamente de la alegría más intensa a la más incontrolable, y viceversa.
Más dados a los trabajos manuales que a cualquier tipo de actividad intelectual, no obstante, tienen una gran inteligencia y agudeza.
La mujer Enana, a excepción de la Reina Consorte, no participa activamente en las relaciones políticas o de poder, aunque son capaces de realizar las mismas tareas que los Enanos. No participan en la guerra, pero son consideradas como El Último Bastión, de la tribu, pues sólo entrarían en batalla si tuvieran que defender sus casas y su descendencia, cuando el Ejército de su Tribu hubiera sido derrotado y diezmado.


LOS ELFOS OSCUROS

Imagen: saraheferya


    Los Elfos Oscuros, los Amos de los Convertidos y de los Horrores de las Ciénagas, los Nigromantes, son elfos que cayeron en desgracia a finales de la Segunda Era. Tras un largo periodo de guerra contra un pueblo humano, fueron derrotados y expulsados a las ciénegas occidentales, las Aguasgrises (o Khargise para los nareltha). Sin tierras que cultivar ni recolectar, se vieron obligaron a comer gusanos y cieno lleno de sustancias tóxicas. Los elfos empezaron a ver modificada su naturaleza, pues las toxinas volvían más vulnerables a sus cuerpos, pero fue su ánimo lo que más se vio afectado, pues el tormento los volvió más oscuros y agresivos durante la Tercera Era.
    Creen en la perfección del arte que ellos denominan Uonu y realizan experimentos en las ruinas de sus antiguas ciudades. Son de estatura alta y complexión delgada. Tienen la piel arrugada y con numerosas manchas. Sus ojos suelen estar inyectados en sangre.

 
© Susana Ocariz y Sergio Sánchez Azor. (Reservados todos los derechos)



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